Coworking rural: qué es y qué diferencias hay con el coworking urbano

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Coworking rural: qué es y qué diferencias hay con el coworking urbano

abril 12 / 2024

La era del trabajo en remoto ofrece numerosas posibilidades para un amplio sector de profesionales. Trabajar desde un coworking rural es una de ellas. Se trata de espacios ubicados en pueblos o zonas fuera de la ciudad con una población relativamente pequeña. Lugares tranquilos donde el tiempo corre a otra velocidad.

En España, en el último lustro, al no resultar imprescindible en muchos casos vivir donde se trabaja, la demanda del coworking rural se ha ido incrementando año tras año. Constituye también un destino ideal para aquellos nómadas digitales con hambre de naturaleza y experiencias diferentes a las que suelen disfrutar en sus lugares de origen.

¿Qué es el coworking rural?

Consiste en un espacio de trabajo funcional y colaborativo, compartido generalmente con profesionales independientes y ubicado en pueblos o aldeas. Su característica más distintiva es seguramente su localización en un entorno tranquilo, natural y poco transitado.

Es un espacio común en el que se fomenta la comunidad y se buscan sinergias entre las distintas iniciativas. No resulta inusual que un nómada digital pase un tiempo trabajando en un coworking urbano en Madrid capital, luego se mude a un coworking rural en Catalunya y termine cambiando de aires en un coworking rural en Galicia. O viceversa.

Los perfiles y sectores más comunes en un coworking rural

En el coworking rural en España predominan los profesionales autónomos y freelance. La presencia de trabajadores corporativos es muy reducida, al contrario de lo que ocurre en los coworking urbanos.

Hay que destacar que, tras la pandemia de 2020, la búsqueda de coworking en zona rural no ha hecho más que aumentar. Para estos trabajadores constituye una atractiva manera de alcanzar un sano equilibrio entre trabajo y bienestar.

Entre los usuarios de este tipo de espacios se pueden encontrar profesionales de empresas vinculadas a sectores de las TIC, ingeniería y comunicación. Trabajadores del ámbito del turismo y de las artes gráficas han sucumbido también a los encantos de los entornos naturales de vida relajada.

¿Qué diferencias hay entre un coworking rural y un coworking urbano?

Ambos espacios funcionales y colaborativos resultan ideales para lograr un trabajo efectivo y de calidad. Encima impulsan el hacer comunidad y compartir sinergias. No obstante, cada profesional tiene unas necesidades y expectativas propias que le llevan a decantarse por uno u otro tipo de coworking. Veamos cuáles son sus principales diferencias.

Tamaño de los espacios

Los coworking en el mundo rural no suelen disponer de grandes espacios como sí ocurre con los urbanos. A menudo son dependencias municipales que se han readaptado a este tipo de proyecto. En otros casos son casas del pueblo rehabilitadas. Pueden contar con entre seis y diez mesas.

Y aquí está parte de su encanto. La tranquilidad, el silencio, el fortalecimiento de los lazos comunitarios al convivir habitualmente con pocos miembros. Un espacio pequeño pero vivo. Ideal tanto para los profesionales independientes de la zona como para nómadas digitales en busca una manera diferente de desarrollar su trabajo.

Precio

Los coworking rurales ofrecen a sus usuarios unos precios más asequibles que los urbanos. Obviamente, tal reducción está vinculada a un coste del suelo más económico que el de las ciudades y a un espacio más reducido.

Este tipo de coworking consiguen salir adelante con ayuda en parte de los propios ayuntamientos de los pueblos en los que están ubicados. No tiene por qué tratarse siempre de una ayuda monetaria, sino que a menudo consiste de la cesión gratuita de los espacios.

Otra manera de potenciar estos espacios es ofrecer a sus usuarios algo que no sea únicamente trabajo. Más bien un complemento de ocio a realizar en la zona que haga más atractivo acudir a ellos.

Tipos de beneficios asociados

Diferentes entornos requieren ofertas diferentes. Mientras que en los coworking urbanos los usuarios cuentan con descuentos en restaurantes, en los rurales resultan más atractivos los descuentos en actividades deportivas y de ocio en plena naturaleza.

Si, por ejemplo, hablamos de un coworking rural en Catalunya, ubicado en el Pirineo catalán, lo suyo es que los coworkers puedan beneficiarse de descuentos en actividades deportivas. Así, un 20% de descuento en la práctica de barranquismo o rafting ayudará a atraer a profesionales independientes con más intereses que el mero trabajo.

3 Personas trabajando en un coworking rural

Ventajas y desventajas de un coworking rural

¿Vives cerca de uno de estos coworking rurales y te interesa la propuesta? ¿Eres un nómada digital con ganas de trabajar en entornos naturales tranquilos? Veamos entonces cuáles son sus pros y sus contras principales.

En cuanto a ventajas, podemos mencionar las siguientes:

  • Reducción del tiempo dedicado al desplazamiento casa-trabajo-casa.
  • Espacios pequeños con pocos coworkers favorecen la creación de una comunidad con lazos personales y profesionales más fuertes.
  • Permite reactivar la economía rural, luchando así contra la despoblación.
  • Ambiente más tranquilo en un entorno natural.
  • Precio reducido.
  • Facilidad de acceso y descuentos en actividades al aire libre.

Respecto a las desventajas, que dependiendo de los casos podrían ser consideradas positivamente, encontramos:

  • Capacidad de los centros reducida.
  • Menores posibilidades de networking.
  • Lejanía de los principales centros de eventos.
  • Dificultad de invitar a clientes a una reunión presencial.
  • Menor oferta de espacios.

¿Cuándo elegir un coworking rural y cuando un coworking urbano?

Tu elección debe depender de lo que realmente necesitas. Si eres un trabajador corporativo, un profesional interesado en el networking o en asistir u organizar eventos, la mejor opción será el coworking urbano.

Por otro lado, si eres un profesional independiente o un nómada digital, sin necesidad de reunirte con clientes continuamente y buscas un entorno tranquilo y natural, el coworking rural es lo tuyo. El espacio es más pequeño y el networking será escaso, pero también más intenso.

Conclusiones

El mundo es complejo. Durante años, un buen número de trabajadores cualificados de diferentes puntos del país se asentaron en las grandes ciudades para conseguir o tras conseguir interesantes oportunidades laborales. Hoy en día muchos de aquellos trabajadores emigran a pueblos en busca de oportunidades personales.

El trabajo en remoto se lo permite. Por ello, el futuro del coworking rural resulta esperanzador, sobre todo, para aquellas zonas rurales en las que la despoblación está causando estragos.