Reconocimiento laboral: el superpoder de ser agradecido

El establecimiento de objetivos y la evaluación de resultados son sin duda puntos fundamentales en el mundo laboral. Deadlines, ROI, ventas o conversiones constituyen términos que nos acompañarán a lo largo de nuestra vida profesional. 

Está claro que es necesario fijar metas para no perder el foco, así como acordar recompensas para mantener la motivación. Sin embargo, no se suele tener muy en cuenta los procesos y las buenas prácticas que permiten llegar a los objetivos marcados. El reconocimiento laboral es la mejor manera de recompensar esos procesos. 

Orientación hacia los objetivos

Antes de centrarnos en el reconocimiento en el trabajo hablemos primero de las metas a conseguir y la motivación.

Marcar metas es básico para poder desarrollar estrategias, fomentar el esfuerzo y perseverar ante el fracaso. Tales metas deben ser claras y realistas. Pueden plantearse de dos maneras:

• Metas de aprendizaje: existe interés con desarrollar una nueva habilidad. El éxito o fracaso de este objetivo depende de nosotros. Hay una motivación intrínseca vinculada a la satisfacción personal, pasión o diversión que nos impulsa a intentarlo. Practicar la actividad se convierte en un fin en sí mismo.
• Metas de rendimiento: se intenta demostrar la competencia y el hambre de éxito. Estas metas están relacionadas con la motivación extrínseca, externas a nosotros. El éxito o el fracaso dependen del exterior y generan recompensas o penalizaciones. La actividad a desarrollar es un medio para lograr un fin.

Ambas clases de motivación pueden coexistir en mayor o menor medida, dependiendo de la actividad. Las recompensas ayudan a reforzar los comportamientos y resultados buscados. Realizadas en el momento adecuado, suelen ayudar a la retención de talento.

Reconocimiento de los procesos en el trabajo

Según una encuesta realizada por Great Place To Work, un relevante sistema de recompensas propicia cambios de mentalidad entre los trabajadores. 

Los encuestados consideraron los ascensos como una gratitud profesional muy justa, así como una motivación para su trabajo diario. Premiar los procesos recurre a la motivación intrínseca, aquella en la que el fin es el proceso y sus aprendizajes.

En los casos en los que se fijan metas de aprendizaje, se propicia también un entorno de confianza, desarrollo personal y estudio continuo.

Reconocimiento laboral: ¿qué recompensar?

Dentro de los diversos aspectos por los que ser agradecidos con los profesionales que conforman la empresa podemos encontrar, por ejemplo: 

Cultivo de relaciones

Tener la capacidad de relacionarse con facilidad y establecer vínculos laborales con clientes, proveedores y personas ajenas a la empresa es muy valorado. Así es fácil que surjan referencias boca a boca y oportunidades de negocio.

Trabajo en equipo

En el cierre de una operación comercial suele participar todo un equipo, aunque la parte visible solo sea el vendedor que trata con el cliente. Recompensar a todo el equipo que colaboró en el objetivo les hace sentirse valorados. 

Esfuerzo

No sólo deben tener un reconocimiento laboral los comerciales que traen a la empresa grandes cuentas. También merecen gratitud aquellos compañeros que se esfuerzan por mantenerlas o cerrar varios contratos más pequeños simultáneamente. 

Consejos para llevar a cabo un efectivo agradecimiento laboral

Precisión y relevancia.

Cuanto más concreto se sea al indicar la razón por la que se recompensa a un trabajador más significativo será tal reconocimiento. Es muy importante recalcar la actitud o el proceso realizado para establecer así una relación comportamiento/recompensa. 

Búsqueda del momento adecuado.

Mayor impacto tendrá el reconocimiento laboral si se hace en el momento adecuado. Un reconocimiento tardío el destinatario lo puede considerar forzado y sin la importancia que debe.

No siempre tiene que ser dinero.

Un regalo personalizado, una cena o un viaje siempre serán bien recibidos. Es una forma de ser agradecido que busca sobre todo dirigirse al lado emocional de las personas. 

El valor de los pequeños detalles.

A la hora de luchar por conseguir un objetivo, cualquier esfuerzo realizado suma. Un reconocimiento público del mismo se agradece e impulsa a seguir por ese camino. 

Enviar un correo electrónico o poner un mensaje en el chat del equipo felicitándo siempre es gratificante y fortalece el buen ambiente entre todos los miembros.  

Reconocimiento entre iguales.

Está vinculado al fortalecimiento de los lazos entre los miembros del equipo del punto anterior. El agradecimiento no surge del jefe, sino de los propios compañeros. Es, sin duda, una de las recompensas más valiosas a nivel personal.

Formar parte de algo más grande.

Los miembros de los diferentes equipos de trabajo deben sentirse parte de un proyecto mucho más grande. Colaboran activamente en la consecución de los objetivos generales de su empresa, por lo que su participación es fundamental pues forma parte del todo. 

Ser agradecido con los trabajadores es una actitud fundamental para motivar, generar buen ambiente y reconocer los logros realizados. La forma de recompensar varía en función de cada empresa. 

No obstante, el establecimiento de un plan de reconocimiento laboral resulta esencial para cualquier cultura organizativa. Apela a las necesidades básicas de los trabajadores en un entorno competitivo.  

Medir y recompensar en función de los resultados es lo habitual, pero también hay que valorar los procesos. De esta manera se apuesta por la mejora continua y el desarrollo profesional.