Edadismo en la contratación: ¿Cómo evitar la discriminación por edad?

El tiempo es sin duda el mayor enemigo de los seres humanos. Un día somos jóvenes trabajadores comenzando su vida laboral y en apenas un suspiro hemos tachado la sexta década en el calendario. 

Asumir lo inevitable demuestra sentido común. El problema surge cuando el trabajador sufre discriminación por edad por parte de su entorno laboral. Es lo que se denomina edadismo.

Un 58% de los trabajadores mayores de 50 años aseguran haber sufrido algún tipo de discriminación por edad. Y de este grupo, el 95% afirma que es una situación bastante habitual en el trabajo.

No obstante, contrariamente a lo que se puede pensar, este tipo de discriminación no la sufren únicamente los trabajadores más mayores. Los jóvenes profesionales también pueden experimentar la exclusión en ciertos casos por no haber alcanzado la edad adecuada. En la parte final del artículo hablaremos de ello.

Edadismo laboral y formas de hacerle frente

Dicho término nace en los años sesenta cuando el gerontólogo Robert Butler lo usó para referirse a los prejuicios y clichés vinculados a la edad que generan desigualdad en diversos ámbitos sociales. 

El edadismo laboral en concreto indica la discriminación que sufren los profesionales mayores de 55 años por el simple hecho de haber alcanzado esa etapa de su vida. 

La crisis del 2008 y la más reciente, generada por la pandemia, propiciaron que muchos trabajadores de mediana edad perdieran sus empleos y luego les resultara muy complicado o imposible reincorporarse al mercado laboral.

En España, cerca de un 30% del total de personas desempleadas pertenece al colectivo de profesionales sénior. Sin duda un verdadero problema en el que la discriminación por edad tiene un protagonismo destacado.

Prejuicios habituales del edadismo

• Los mayores son considerados trabajadores menos flexibles a los cambios.
• Vinculado a este punto, se resisten o se les considera menos capacitados para asimilar métodos y conocimientos novedosos.
• Reciben un salario más alto que el de profesionales más jóvenes de la empresa. 
• Brecha digital. Hecho bastante rebatible ya que durante la pandemia numerosos sénior trabajaron desde sus casas, adaptándose perfectamente a la tecnología. La gran mayoría afirma que no tendría problema en continuar teletrabajando.

Por cierto, la Ley de Sanciones e Infracciones en el Orden Social considera la discriminación por edad como una infracción muy grave. 

¿Cómo combatirlo?

• Centrarse en la capacidad de los trabajadores, indistintamente de su edad

Lo importante es la aptitud y actitud del profesional en el desempeño de su trabajo. Los años se reflejan en el cuerpo, pero también en la experiencia acumulada. Discriminar o despedir a trabajadores mayores de 55 puede generar una pérdida de talento en la empresa difícilmente reemplazable. 

La clave es centrarse en el individuo. Analizar sus capacidades independientemente de su edad. De esta manera saldrán beneficiadas ambas partes. La empresa al mantener su productividad y el trabajador al sentirse valorado por la labor que realiza. 

• Potenciar la relación intergeneracional

Promover actividades conjuntas entre profesionales de distintas edades favorece un enriquecimiento mutuo al descubrir diversos puntos de vista sobre diferentes cuestiones. Todos pueden aprender de todos. La experiencia de los mayores, las nuevas ideas y empuje de los más jóvenes…

• Impulsar la formación continua 

Fomentar la formación continua entre los trabajadores a lo largo de toda su vida laboral. La edad no puede ser nunca un obstáculo para aquellos que necesiten adquirir nuevos conocimientos.

• Redistribución de tareas y rotación

La redistribución de tareas da lugar a un cambio en la rutina laboral. De esta manera el trabajador se relaciona con compañeros distintos a los habituales y mejora su motivación al asumir nuevos roles.

Por otro lado, cuando la edad de un profesional le impide realizar determinados esfuerzos físicos, la rotación resulta una eficaz solución para que esa persona pueda continuar trabajando en la empresa.

Esta labor de recolocar y capacitar al talento sénior es sin duda muy beneficioso para la empresa. Evita así prescindir de la experiencia, habilidades y compromiso demostrados durante tanto tiempo.

Ageism inverso

Estamos ante un caso de edadismo a la inversa.  Ageism inverso es la denominación con la que algunos medios designan a la presunción por parte de los trabajadores mayores de la inexperiencia e irresponsabilidad de aquellos profesionales más jóvenes.

Comentarios despectivos, menos oportunidades de desarrollo profesional o la percepción de incompetencia por el hecho de ser jóvenes es otro tipo de discriminación por edad habitual.

Hecho que genera una merma en la satisfacción del trabajo a realizar. Es el primer síntoma de un más que probable abandono de la empresa a corto o medio plazo. 

Para luchar contra la pérdida de talento joven, las empresas deben ofrecer a estos trabajadores una formación específica para hacer frente a estas situaciones. También resulta muy efectivo la creación de eventos en los que participen profesionales jóvenes y mayores, pues la exposición ayuda a acabar con los estereotipos.

En Cloudworks estamos en contra de cualquier tipo de discriminación personal y laboral. En el caso del edadismo, tanto por tratarse de profesionales demasiado jóvenes que carecen de la experiencia necesaria como de mayores incapaces de actualizarse y mantener la misma calidad en su trabajo que antaño.

En nuestras diversas ubicaciones de Madrid y Barcelona conviven profesionales jóvenes y sénior en un entorno ideal para empresas y autónomos. Espacios carentes de prejuicios o discriminaciones que se adaptan a todo tipo de eventos y sinergias. ¡Conócelos por ti mismo!