Conocimiento
noviembre 20 / 2019
Todos podríamos estar de acuerdo en que nos encanta recibir feedback, pero ¿es eso realmente lo que estamos sintiendo?
Pregúntale a cualquier persona de tu alrededor y te dirá que le encanta recibir feedback. Escucharás frases como «tengo que saber lo que puedo hacer mejor: realmente me ayuda cuando alguien me dice lo que estoy haciendo mal» o «todo lo que quiero de mi jefe es que me de feedback, positivo o negativo».
Simplemente escuchar a alguien decirnos «tengamos una reunión, me gustaría darte algunos comentarios», todo nuestro pensamiento racional desaparece y nos lleva a ser esclavo de nuestro cerebro emocional. Imagínate incluso a tu jefe diciéndote que la reunión no se llevará a cabo hasta el final del día. ¿Cuán productivo serás hasta entonces? Probablemente no mucho, ya que las emociones como la ansiedad tienden hacia ese desagradable hábito y ocupa mucha de nuestra energía.
Hay muchos cursos sobre cómo dar feedback pero estar en el extremo receptor tampoco es pan comido y a veces descuidamos esa parte. Ser receptivo al recibir feedback es una habilidad que debe desarrollarse, como cualquier otra, con la inteligencia emocional y nuestras habilidades interpersonales. Después de todo, no quieres perder todo el día esperando esa reunión, ¿verdad?
¿Por qué es tan difícil para nosotros recibir comentarios, si es algo que, en nuestras propias palabras, “nos encanta recibir”? Bueno, es algo que requiere autoconciéncia y un esfuerzo consciente para mejorarlo (si lo piensas bien, también lo hacemos con todo lo que amamos).
En su libro «Thanks for the feedback», los autores Sheila Heen y Douglas Stone lo explican así: «Recibir feedback se encuentra en la unión de dos deseos humanos en conflicto: queremos aprender y crecer, y también queremos ser aceptados tal y como somos en este momento. Aunque sabemos que el feedback es esencial para las relaciones saludables y el desarrollo profesional, lo tememos y a menudo lo descartamos”.
Por lo tanto, recibir comentarios es una declaración audaz de nuestra contradicción personal, y nuestro cerebro odia ser desafiado en lo que sabemos que es verdad.
Para comenzar este camino de autoconciéncia y crecimiento personal, quiero compartir algunas herramientas y técnicas en las que puedes comenzar a trabajar hoy. Empieza a practicar y, con suerte, saldrás de un feedback con la satisfacción de que tu parte emocional del cerebro no te ha controlado por completo.
Solamente con la frase «tengo algunos comentarios para ti» hace que tus emociones afloren. ¿Por qué esto es así? Bueno, la verdad es que tu cerebro olvida que ahora es el siglo XXI y que no toda confrontación es una señal de peligro, por lo que reacciona de forma exagerada. Cuando detecta que te estás enfrentando a una amenaza potencial, tu cerebro no quiere que pienses demasiado porque necesita que actúes rápidamente. Esto significa que las emociones se apoderan de ti y no puedes concentrarte en nada más.
El primer paso para lidiar con esto es ser consciente de uno mismo: comprende que las palabras de esa persona pondrán tu cerebro automáticamente en guardia. Recuerda que no es una bestia feroz que intenta comerte, sino alguien que trata de ayudarte a mejorar. Has de tener en cuenta que a nadie le gusta dar comentarios negativos, por lo que si se toman el tiempo para hacerlo contigo, significa que están invirtiendo en tu crecimiento personal.
Si ya tienes identificadas que situaciones llevarán instantáneamente tus emociones al centro del escenario, lo mejor que puedes hacer es llamarlas. Una vez lo hayas hecho, estarás más preparado para entrar en esa conversación, y la energía requerida para regresar a tu cerebro racional de “esto – es – solo – una – conversación – normal” será menor. Saber por qué tu ansiedad se activó y darse cuenta de que es solo una reacción exagerada de tu cerebro te ayudará a racionalizar la situación y dejar de desperdiciar tu energía en amenazas irreales.
Ser aceptado como eres ahora y querer crecer y desarrollarte al mismo tiempo, son conceptos totalmente válidos. Has de trabajar en tu mentalidad y asegurarte de no estar enmascarando tu desarrollo con frases como «no soy una persona creativa» o «soy introvertido, por lo que no puedo dar una presentación exitosa a una gran audiencia». Esforzarte por desarrollar lo que Carol Dweck llama una mentalidad de crecimiento, y «ver el fracaso no como una evidencia de no tener las habilidades correctas, sino como un trampolín alentador para el crecimiento y para aumentar tus habilidades existentes». Si recibes comentarios negativos y lo enmarcas como un desafío en lugar de una amenaza, te ayudará a descubrir nuevas posibilidades. Después de todo, no sabemos lo que no sabemos, por lo que solo descubrir algo nuevo al recibir comentarios abrirá nuevas puertas para posibles caminos de desarrollo a seguir.
Como se ha mencionado anteriormente, cuando nos enfrentamos a una situación que nos resulta difícil, nuestro cerebro racional podría cerrarse y dejar espacio para que las emociones se hagan cargo. Recibir comentarios negativos podría tener ese efecto en nosotros y, si nos defendemos de inmediato, podríamos estar reaccionando erróneamente en lugar de responder.
¿Cuál es la diferencia? Como dice Rich Hanson: reaccionar es instintivo. Responder es una elección consciente.
Entonces, la próxima vez que recibas un comentario, pon en práctica estas técnicas:
● Comienza haciendo tantas preguntas como sea posible para entender a la otra persona. No asumas, no completes los espacios en blanco, solo escucha y verifica tu comprensión.
● Una vez que ambos estén en la misma página, has de reconocer el punto de vista de la otra persona y agradecer su tiempo. Como se mencionó anteriormente, a nadie le gusta dar comentarios negativos, así que piensa en esto como un esfuerzo adicional del emisor para ayudarte a crecer, en lugar de verlo como un ataque contra ti o tu personalidad.
● Finalmente, y después de que termine la conversación, reflexiona sobre lo que acabas de escuchar y prepara tu plan de acción: ¿qué vas a hacer (si es que hay algo) con lo que sabes ahora, que tal vez no sabías antes?
Finalmente, al igual que con muchas cosas relacionadas con las habilidades sociales y los cambios de comportamiento, todo suena muy bien en el papel, pero es mas difícil ponerlo en práctica. Mi último consejo es: no te paralices ante la decisión. Comienza con poco, elige una de las tácticas anteriores y continua desde allí. Una vez que conviertas este comportamiento en un hábito, adopta uno nuevo.
Cualquier pequeño paso para convertirte en un mejor «receptor de comentarios» te ayudará a crecer exponencialmente, ya que estarás más abierto a identificar nuevas formas de hacer las cosas y reducir pensamientos donde el «que no sabía, no sabía».
Servicios como el que ofrece Goforward Training pueden ayudarte a crecer laboral y personalmente.