Deep work: aumenta tu concentración para desarrollar tu mejor trabajo

Durante las jornadas laborales un gran número de trabajadores manifiestan su atracción por las tareas rápidas y sencillas. El tiempo destinado a realizarlas les hace sentirse productivos.

Sin embargo, lo cierto es que únicamente representan un espejismo laboral. Más bien ralentizan el avance de los proyectos estratégicos. Todo lo contrario que hace el deep work o trabajo en profundidad. 

Tal concepto sirve para definir aquellas actividades profesionales llevadas a cabo con una concentración que conduce al límite las capacidades cognitivas. Un esfuerzo que impulsa la mejora de las habilidades del trabajador.

Antes de centrarnos en la importancia de esta manera de trabajar vamos a conocer un poco a su opuesto, el trabajo superficial.

¿En qué consiste el trabajo superficial?

Es un calificativo que se puede utilizar para contrastarlo bien con el deep work. Englobaría a todas aquellas tareas que no requieren un gran esfuerzo de tipo cognitivo. 

Son labores que se pueden realizar incluso mientras está uno distraído. Y claro, al no aportar un gran valor son fáciles de replicar. De hecho, todos estos trabajos monótonos, fácilmente ejecutables, serán los primeros en ser automatizados. 

Algunas de estas actividades superficiales suelen ser, por ejemplo:

• Consulta excesiva del correo electrónico
• Reuniones de escasa importancia
• Distracciones tecnológicas

Consecuencias del trabajo superficial

Mientras el deep work pone el foco en la concentración del profesional, el exceso de trabajo superficial provoca el fraccionamiento de los periodos de atención. Cambiar de un proyecto a otro con frecuencia suele reducir la calidad del trabajo realizado.

Si en los proyectos importantes sus responsables dedican más tiempo a las interrupciones o a los correos electrónicos que al proyecto en sí, el nivel de ejecución baja.

El trabajo superficial suele llevar al engaño de que estamos trabajando duro. Hacemos muchas tareas sencillas al mismo tiempo, pero ninguna de importancia real. La verdadera disciplina, el deep work, es sentarse en la mesa de trabajo y mantener la concentración en una tarea complicada durante varias horas. 

Una característica clásica de esta engañosa manera de trabajar es que hay profesionales que retrasan así las tareas importantes durante meses. A veces pasa mucho tiempo hasta que alguien lo detecta.

Deep work: la antítesis del trabajo superficial

Realizar un trabajo en profundidad, con un alto nivel de concentración, es otra cosa. El profesional evita las distracciones, focalizando su esfuerzo en un trabajo realmente productivo. Se trata sin duda de una valiosa actividad difícil de automatizar.

Dedicar una pequeña parte del tiempo disponible a leer y contestar correos es necesario, por supuesto. Pero siempre que no se conviertan en una prioridad. 

La clave para aumentar la productividad en los espacios de trabajo es dotarlos de un diseño que favorezca el deep work. También, desde luego, de unos responsables competentes que sepan motivar y exigir a los miembros de su equipo para llevar a cabo un trabajo de calidad. 

Iniciativas para favorecer el trabajo profundo en las empresas

• Fijar rutinas y hábitos

Establecer unos hábitos comunes para todos los integrantes del equipo favorece el desarrollo de la actividad. Puede haber un tiempo para el trabajo superficial y otro para el trabajo profundo. Cuando tiene lugar este último no debe haber interrupciones.

Otra de las medidas que evitan romper la concentración es reducir el número de reuniones. Hay empresas que, por ejemplo, han implantado la jornada del viernes sin reuniones. Una interesante idea para aprovechar bien el último día de la semana.

• Utilizar códigos comunes que indican concentración

Numerosas oficinas disponen de espacios cerrados para que sus profesionales puedan desarrollar tranquilos su deep work. En las open space, en cambio, suelen establecerse códigos para no molestar a los trabajadores concentrados. 

En las empresas tecnológicas, por ejemplo, los desarrolladores de software que llevan auriculares indican a los demás que están concentrados. Reunirse en un pequeño grupo mientras se trabaja de manera individual sirve para potenciar el concepto de la concentración.

• Flexibilidad con el trabajo en remoto

Facilitar el trabajo en remoto para desarrollar el trabajo profundo es una opción económica y productiva. Hay que tener en cuenta que existen muchas oficinas que carecen de espacio para desarrollarlo junto a las actividades de trabajo superficial. 

Salen ganando ambas partes, empresarios y trabajadores. Los primeros ahorran y los segundos trabajan más intensamente en casa y dejan las tareas superficiales para la oficina.

• Destinar espacios específicos en la oficina

Es lo ideal. Muchas oficinas, como indicamos antes, disponen de estos espacios. Sin embargo, a menudo carecen de las medidas de insonorización necesarias para lograr el aislamiento total. 

Destinar una parte del presupuesto a crear estos espacios impulsa también a los trabajadores a optar por una vuelta a la oficina, ya sea mediante un modelo de trabajo híbrido o uno totalmente presencial. 

Que los profesionales identifiquen estos espacios silenciosos con zonas para trabajo profundo puede servir para inculcarles una cultura empresarial de concentración. 

En Cloudworks contamos con oficinas privadas y serviced office en Madrid (Cibeles y Salamanca) y Barcelona (Tuset-Diagonal, Passeig de Gràcia, La Rambla-Drassanes, Sagrada Familia, etc.).

En ellas podrás realizar tu trabajo en un espacio privado diseñado para potenciar la productividad en un entorno estimulante. ¡Conoce nuestras instalaciones! Seguro que son el sitio que buscas para concentrarte en un trabajo profundo.